Wednesday, July 1, 2020

Agarrados de Sus promesas




Sabes una de las armas mas bajas que el enemigo usa para matar y destruir es el rechazo. El rechazo es algo que al ser humano le afecta mucho. Nosotros podemos aguantar muchas cosas, pero el rechazo es algo que nos puede afectar mucho, llega muy adentro. Está comprobado que nosotros no nacimos para estar solos, según los estudios dicen que los niños que no reciben amor y abrazos en su crecimiento, no se desarrollan muy fácil, o rápidamente. Crecen con conflictos y traumas que luego ya de grande tienen que enfrentar y trabajar.

Ahora, ¿No se si has escuchado un dicho que dice; las personas rotas, rompen a otras”, o las personas heridas, hieren a otras” ?, pues déjame decirte que es muy cierto, esto pasa y pasa lamentablemente aun dentro de las Iglesias. Mi pregunta siempre ha sido, ¿Por qué una persona que esta supuesta a restaurar, dirigir a otros hacia el Señor puede pasar por algo así? Creo que la respuesta está en que no es una persona sincera, que vive de apariencias y esta llena de envidia, esas son las personas que el enemigo usa como un eslabón que pasa de una persona a otra y otra, hasta llegar a alguien que dice; No, hasta aquí llegaste.

Yo he vivido estas experiencias, el rechazo ha llegado a mi puerta, el dolor ha sido muy fuerte, pero una de las cosas que me digo a mi misma es; “NO HAGAS LO MISMO”. Si, duele, es fuerte, en especial cuando viene de las personas que amas o “admiras”, de gente que tu piensas que son gente de Dios “es imposible” que hagan algo así…  si ensenan tan bien, predican tan bien… Pero al final y al cabo son tan “mortales’ como tu y yo. Y se que hay cosas que El Señor permite en nuestras vidas para afilarnos, para podarnos, y transformarnos, hacernos como el quiere que seamos. Pero hay otras que salen simplemente de las obras de la carne del ser humano, cosas que nunca han podido someter al Señor.
Ahora, que bueno que podemos ir a la Palabra del señor y encontrar la medicina para nuestras almas.
Mira lo que dice Isaias 54: 6 – 8 NVI
El Señor te llamará    como a esposa abandonada;
como a mujer angustiada de espíritu,
    como a esposa que se casó joven
    tan solo para ser rechazada
            —dice tu Dios—.
Te abandoné por un instante,    pero con profunda compasión
    volveré a unirme contigo.
Por un momento, en un arrebato de enojo,
    escondí mi rostro de ti;
pero con amor eterno
    te tendré compasión
            —dice el Señor, tu Redentor—.

¡QUE HERMOSA PROMESA! Aun cuando el enemigo se interponga y quiera traer destrucción a tu vida, emocional, espiritual y física recuerda las promesas del Señor. El es nuestro redentor, el viene con toda misericordia, el es lento para la ira y grande en misericordia. Nuestras luchas no son carnales, sino poderosas en Cristo Jesús, y con el estoy juntamente sentada en lugares celestiales.
El enemigo podra intentar usar esta estrategia para hacerte caer, o para quitarte de la carrera, pero se equivoco, cuando te caigas levantate, sacudete el polvo, levanta la cabeza y sigue caminando, es mas CORRE!
 No hay Golpe más bajo que Dios no pueda sanar y restaurar, YO CREO EN SUS PROMESAS Y LO QUE EL DIJO DE MI Y DE TI  SE CUMPLIRA, EL NO ES HIJO DE HOMBRE PARA MENTIR, NI TAMPOCO ES HOMBRE PARA ARREPENTIRSE.

SIGUE CREYENDO EN EL
¡BENDICIONES!
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